Manuel y Rosario
Prologo
Escrita entre agosto 2005 y septiembre 2006, expone una interpretación del transcurso del Ciclo Solsticial.
Presentadas cruciales preguntas infantiles, se entra de lleno en la obra. En su inicio el ambiente es toda extraversión que, a medida que avanza en el tiempo, da lugar a una atmósfera de profundo recogimiento, propio del Solsticio de Invierno.
El transcurso de la Luz a la Sombra es paralelo al pasar de dos seres humanos, unidos en un gesto de amor que cumplen un destino previsto e ineludible, conocen progresivamente la intolerancia, la segregación y la marginación social, castigados por practicar la diversidad en el ejercicio del pensamiento y en las apariencias formales, delito inexcusable en la sociedad contemporánea.
La estética general propone considerar la vista de la obra como un libro sin fin, en que el último el capitulo da origen al inicio de una nueva ronda, remedo del Ciclo Solsticial, coherente con el propósito simbólico de la obra.